Sus movilizaciones no son masivas, pero son constantes. Cada sábado, un grupo de vecinos de Tábara se echa a la calle con una pancarta en la que se lee, en mayúsculas, «Por una Sanidad pública digna». Los manifestantes llegan de distintos puntos de la comarca y portan otros carteles más pequeños con mensajes como «Soluciones a la Sanidad», «Pozuelo quiere una Sanidad digna» o «Santa Eulalia, por la Sanidad de Castilla y León y de Zamora». Queda claro de lo que va el tema.
La organización de estas acciones reivindicativas parte de la plataforma sanitaria de la comarca, que este sábado recuerda sus dos años de vida. Se trata de reseñar más que de celebrar el aniversario, pues la percepción del colectivo es que, a pesar de las manifestaciones semanales que convocan y del ruido que generan, los problemas en el área persisten. Es decir, no se trata tanto de festejar un cumpleaños como de conjurarse para continuar.
Así lo ve su portavoz, Miguel Ángel Colino, que considera que el tema de la Sanidad en las zonas rurales «es complicadísimo». «En su día, nos vimos en la necesidad y en la obligación de formar una plataforma para defender el servicio y para empezar a pelear», explica este vecino tabarés, que cita los primeros pasos en la calle y en los despachos, con reuniones en las que el grupo quiso lanzar sus peticiones de manera ordenada.
Reuniones con las delegadas
Para ello, tras un buen puñado de movilizaciones en la calle, los miembros de la plataforma mantuvieron una reunión con la entonces delegada territorial de la Junta, Clara San Damián: «Tampoco nos hizo mucho caso», admite Colino, que tuvo una mejor impresión del encuentro posterior con la representante actual del Gobierno autonómico en la provincia, Leticia García Sánchez: «Nos dijo que, como era nueva, recogía las quejas y las iba a trasladar a la Consejería, que en cuanto tuviese contestación se pondría en contacto con nosotros».
Sin la respuesta esperada, la plataforma decidió acudir al Procurador del Común: «Esa institución nos hizo caso en todas y cada una de las quejas y se las envió a la Consejería de Sanidad, que no ha hecho ni caso. Todo se ha denegado con un descaro tremendo hacia nosotros», afirma Colino. Por allí han pasado asuntos como los problemas con la cita previa, la implantación de un servicio de Fisioterapia en la comarca, la defensa de los consultorios o el aumento de las plantillas.
«Seguimos y vamos a seguir»
Colino asegura que, «lejos de cansarse por el desprecio de la Consejería, lo que ha hecho la gente es cargarse de razones». «Seguimos adelante y no nos van a doblegar», afirma con tranquilidad el portavoz del movimiento, que considera que un parón ahora en las movilizaciones permitiría que «se cargaran la Sanidad pública». «Seguimos y vamos a seguir», insiste.
Además, aunque las reivindicaciones de mejoras no han surtido el efecto esperado, desde la plataforma sí perciben que, mientras otras zonas pierden recursos y ven mermar la calidad del servicio, en Tábara eso no ha sucedido: «La plantilla continúa siendo escasa, pero al menos hemos conseguido que se mantenga», resalta Colino, que opina que la activación ciudadana dificulta cualquier amago de recorte.
Aun así, el colectivo no se conforma con lo que hay. En el último mes, la manifestación ha cortado la N-631 a su paso por Tábara en dos ocasiones: «Si tenemos que hacerlo todas las semanas, lo haremos», zanja Colino. Este sábado se volverá a echar a la calle con sus compañeros para mantener viva la lucha.