Zamora se mantiene en el epicentro de la despoblación en España. Eso no cambia. Los datos del censo correspondientes al 1 de enero de 2023 revelan que la provincia perdió más de 900 habitantes durante el curso anterior, en lo que supone una caída del 0,56%. El territorio se queda ahora con 166.927 vecinos tras un año demográfico malo, otro más, cuyas consecuencias todavía tendrá que certificar el padrón continuo dentro de algunas semanas.
Conviene no olvidar aquí que los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística no son exactamente las cifras oficiales de población, aunque se asemejan mucho a esos números definitivos. Lo que cuenta desde el punto de vista administrativo es el padrón, más allá de que el censo se acerque más, en ocasiones, a la realidad por su grado de precisión en el estudio.
La esperanza
Con esa premisa en la mano, las cifras de Zamora, si bien siguen siendo malas, abren varias puertas a la esperanza. Para empezar, la caída no es tan grave como en años precedentes, cuando el boquete dejaba salir a más de un 1% de la población por ejercicio. Y para seguir, 87 municipios, en torno a un tercio del total, lograron un saldo positivo en el diferencial anual. Con las estadísticas de otros cursos en la mano, eso parece casi un milagro.
De hecho, se dan casos verdaderamente llamativos, como el de Villageriz, que ha experimentado un crecimiento censal del 46%, al pasar de 45 a 66 vecinos. Tras este ejemplo, aparecen otros seis ayuntamientos más con un repunte superior al 10%. Tal es el caso de Justel, Bretó, Peleagonzalo, Losacio, Muelas de los Caballeros y Otero de Bodas. No son los lugares donde se esperaba un florecer demográfico, pero las cifras también pueden indicar correcciones al alza por aspectos que no se habían tenido en cuenta en ediciones anteriores.
Por lo demás, también resulta llamativo el crecimiento en municipios que son cabeceras de comarca. Este es uno de los grandes caballos de batalla de una provincia que solo tiene cuatro municipios por encima de los 2.000 vecinos y que ha visto cómo los centros de actividad de su periferia se han ido deteriorando de manera progresiva. Este año, algunos de ellos han dado signos de revitalización, según el INE.
Los casos positivos y negativos
Entre ellos, llaman la atención los casos de Alcañices, que suma 25 vecinos más hasta alcanzar los 1.090 en su ayuntamiento; de Tábara, que gana 17 hasta los 761; o de Fermoselle, que cuenta con 13 más (1.144). Incluso Puebla de Sanabria presenta un saldo positivo, aunque sea solo de tres habitantes para ponerse en 1.377.
Precisamente en Sanabria, Galende aparece nuevamente en las cuatro cifras, por encima de los mil habitantes. Concretamente en 1.014. El municipio queda ahora a la espera del padrón para saber si esa realidad censal se plasma en la oficialidad.
En cuanto a lo negativo, nuevamente hay que hablar de Zamora capital, que pierde 218 habitantes y que se queda en 59.362. También caen Benavente, que se sitúa en 17.229 (-98) y Toro, que se desploma hasta los 8.347 (-100).