Los almacenes de construcción ubicados en San Martín de Tábara sufrieron un robo «gordo» durante la misma noche en la que los asaltantes se llevaron la producción acumulada durante dos meses en la quesería del pueblo, según ha podido confirmar Enfoque. Es decir, los dos únicos negocios que aguantan en la localidad fueron víctimas de unos ataques que, según sospechan los vecinos, podrían haber sido perpetrados por alguien de la zona, aunque nadie tiene pruebas. La realidad es que la Guardia Civil sigue investigando.
Mientras tanto, los propietarios de la Quesería Ecología El Beato de Tábara siguen lamentando su mala suerte: «Entraron durante la noche del lunes 4 de diciembre y se colaron en el almacén», explica uno de los dueños, Israel León, que apunta que los asaltantes quitaron la mosquitera, rompieron la ventana y accedieron a las cámaras para quedarse con los quesos. El responsable de la empresa prefiere no decir la cantidad exacta de productos que les robaron para no interferir en la investigación.
En general, Israel León considera que «hay ciertos datos que es mejor no dar» para que los agentes puedan hacer su labor en un pueblo donde no solo se han producido asaltos a las empresas: «En los últimos 15 días ha habido varios robos», afirma Israel León, que cita las tejas de una obra y un par de hormigoneras como ejemplos, más allá de «la avería» que le han hecho a los almacenes.
Un simulacro del asalto
Mientras tanto, continúa la investigación. El pasado jueves, los agentes de la Guardia Civil acudieron a la quesería para llevar a cabo una simulación de cómo podría haber sido un robo que viene a dañar nuevamente a un negocio que se vio muy penalizado por los incendios del año 2022.
No en vano, San Martín de Tábara fue uno de los pueblos más afectados por el fuego: «Se nos quemaron muchas cosas», admite Israel León, que subraya que «el sector primario se vio muy perjudicado» por lo ocurrido en los incendios: «Nos afectó mucho al ganado, con quemaduras e intoxicaciones, y ahora que teníamos un nuevo rebaño nos viene este palo», lamenta el dueño del negocio.
Por su parte, los dueños de los almacenes han preferido no dar «ningún tipo de información» al respecto de un robo cuyas consecuencias económicas aún están por medir y que sigue en manos de la Guardia Civil para su esclarecimiento.