Ocurre cada mañana cuando el frío aprieta: cuatro de las seis pistas de tenis de la Ciudad Deportiva, las que están cubiertas por un tejado, aparecen llenas de agua. El goteo por culpa de las heladas deja esta parte de la instalación fuera de servicio, con tramos empapados que convierten este deporte en una práctica de riesgo. Si alguien se atreve a jugar en tales condiciones, el golpe se lo puede llevar él, y sin necesidad de raqueta.
Esta circunstancia afecta a las clases y a las personas que alquilan una de estas pistas para jugar durante la mañana. En invierno, lo más probable es que se encuentren con el agua y tengan que moverse a los dos rectángulos exteriores, si es que están disponibles. En realidad, en jornadas como estas, la Ciudad Deportiva tiene dos tercios de la instalación de tenis inhabilitados para el uso de los vecinos.
Las alternativas
La situación no es nueva y, de hecho, «ya se ha mirado varias veces», como aclara el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zamora, Manuel Alesander Alonso, que apunta que existen dos soluciones factibles, según los técnicos. Ahora bien, los afectados «no quieren ninguna».
La primera de ellas consistiría en hacer un cerramiento en torno a la instalación, «como si fuera un edificio»; la otra implicaría levantar la cubierta y dejar todas las pistas al aire libre. «Es un poco complicado, pero son las alternativas que hay, no tenemos otro remedio», indica Alonso.
Con la estructura actual, «si hiela, el agua cae y no hay manera de que eso no ocurra», asevera el concejal de Deportes. A la espera de un acuerdo con los responsables del club de tenis y con los usuarios, la estampa invernal se repite por las mañanas sin que se ejecute ninguno de los arreglos posibles.