El Ayuntamiento de Benavente ha ajustado las categorías de su personal a través de una reclasificación quirúrgica pensada para aumentar las posibilidades de cobertura de las plazas de Secretaría y de Intervención. El equipo de Gobierno ha explicado que se trata de un movimiento pragmático, pero también preciso para adaptarse a la legalidad, habida cuenta de que al municipio le corresponde la clase segunda «entrada», como a todos los que tienen entre 5.000 y 20.000 vecinos.
Desde el grupo popular han subrayado que Benavente «viene sufriendo desde hace años la falta de funcionarios con habilitación de carácter nacional de categoría superior». «De hecho, recientemente estas plazas han sido cubiertas en comisión de servicios con personal de categoría de entrada, a pesar de que en la RPT aprobada en 2019 por PSOE e IU se fijaba la clasificación de estas plazas de categoría superior, con sueldos que van desde los 70.000 a más de 75.000 euros anuales».
Las causas de las vacantes
Para el equipo actual, «el hecho de que no se hayan podido cubrir durante todo este tiempo las plazas con personal de la categoría contemplada en la RPT, incluso a pesar del atractivo que representan sus elevadas retribuciones, es la preocupante falta de habilitados como consecuencia de dos factores: jubilación en un breve espacio de tiempo de un importante número de efectivos, y falta de oferta pública en número suficiente por parte del Estado para cubrir esta deficiencia».
Ante esta circunstancia, «que tiene graves y muy negativas repercusiones para el normal funcionamiento del Ayuntamiento de Benavente, y ante la imperiosa necesidad de cubrir la plaza de interventor, por parte del equipo de Gobierno» se decidió la citada reclasificación de dichas plazas. «Dado que la publicación para sacar a concurso la plaza se realizó con antelación a la aprobación de la modificación mencionada, en las bases de la convocatoria se dejó prevista esta circunstancia, y se reflejo que el puesto estaba siendo objeto de reclasificación», aclararon desde el PP.
Además, los dirigentes municipales abundaron en que la decisión «fue avalada por los representantes de los sindicatos CCOO, UGT y CSIF, en reunión de la Mesa de Negociación del Ayuntamiento de Benavente celebrada el pasado día 15 de noviembre», pero no fue apoyada, en cambio, por los concejales del PSOE, que se abstuvieron en la votación, ni por el concejal de IU, Manuel Burón, que votó en contra de dicha medida y amenazó con recurrirla.