La exclusión financiera se mantiene como otro de los problemas que tienen que afrontar las personas que viven en el medio rural. En 173 de los 248 municipios de Zamora no hay ni un solo punto de acceso presencial a los servicios bancarios. Esto es, ni oficina, ni cajero, ni agente, ni oficina móvil, ni oficina de Correos, ni «cash back», ni cajeros gestionados por terceros. Nada. Esta carencia afecta a 36.544 personas en la provincia.
Los datos proceden del Observatorio de la Inclusión Financiera de este año, y vienen al caso por la publicación, este jueves, del informe de seguimiento de la accesibilidad a los servicios bancarios del Banco de España. Este documento analiza la evolución de una realidad negativa que afecta al 21,9% de los zamoranos. No hay ninguna provincia en la que ese porcentaje sea tan elevado.
De hecho, en una cuarta parte de los municipios no hay oficina bancaria, un dato que se maquilla ligeramente por la existencia de otros recursos complementarios. Eso, si se habla de ayuntamientos, que no es lo mismo que pueblos. El informe no aporta datos por núcleos y anejos, pero resulta evidente que el porcentaje de lugares con esta carencia se incrementaría de forma evidente.
Menos de 100 oficinas abiertas
Conviene recordar, además, que Zamora ya tiene menos de 100 oficinas bancarias abiertas – 91 en total – cuando en 2008 eran 253, a más de una por municipio de media. Ahora, lejos de corregirse esa tendencia, solo en el último año la provincia ha sumado a otras 2.197 personas al grupo de ciudadanos que se ve en una situación de exclusión.
Precisamente, en cuanto a las medidas correctoras, el ya citado Observatorio de la Inclusión Financiera publicó recientemente los datos de los avances que se habían percibido en los municipios de más de 500 habitantes afectados por la ausencia de cualquier tipo de servicio bancario. En seis de estos ayuntamientos zamoranos sigue sin haber nada.
Lo cierto es que, a juzgar por estas estadísticas, el único movimiento reseñable que se ha producido en el periodo analizado, entre diciembre de 2021 y junio de 2023, es la apertura de un cajero en Montamarta. Un bagaje, por tanto, ciertamente pobre para tratar de solucionar unos problemas con un creciente altavoz mediático, pero sin soluciones reales en la práctica.
En el análisis publicado este jueves por el Banco de España, los expertos apuntan que existe un incipiente incremento de los llamados «canales alternativos» a nivel nacional, con oficinas móviles y agentes financieros, pero que su despliegue debe ir acompañado «por actuaciones que promuevan y faciliten su uso por parte de la clientela».
El Banco de España apunta igualmente a «la necesidad de valorar la efectividad de las diferentes alternativas disponibles», porque aun así «se identifican determinados colectivos que podrían considerarse en situación
de vulnerabilidad en términos de acceso al efectivo». «Estos colectivos se caracterizan por presentar edades avanzadas y bajas capacidades digitales, así como por residir en municipios remotos sobre todo del interior peninsular», añade la institución, en lo que parece un retrato de la población de las localidades de Zamora.