La plataforma sanitaria de Sayago lleva 116 concentraciones para exigir “unos servicios públicos dignos” que sirvan para combatir la despoblación. Cada sábado, y este no ha sido una excepción, los ciudadanos que resisten en la lucha se desplazan hasta las puertas del centro de salud de Bermillo para alzar la voz, insistir en las quejas recurrentes y clamar contra las nuevas deficiencias que perciben en la atención diaria.
En esta primera concentración de diciembre, el colectivo sayagués ha puesto el acento en la contratación de facultativos sin especialidad por parte de la Junta de Castilla y León: “Hemos pasado del ‘sobran médicos’ del año 2014 a esta situación”, ha señalado la portavoz de la plataforma, Prudencia Garrote, que ha criticado “la falta de cobertura de las vacantes y el empeoramiento de las condiciones” de los profesionales.
Garrote ha tildado de “apaños de la Junta” las contrataciones de estos médicos en forma de “técnicos sanitarios” y ha alertado sobre “la devaluación” del servicio: “Hablamos de que puede suponer una demolición controlada del sistema público de salud que siempre hemos conocido”, ha asegurado la vecina de Monumenta.
Consultas periódicas y presenciales
Como residente en este pueblo, que mantiene la batalla por la atención presencial en los consultorios, Garrrote ha remarcado la importancia de que todos los pueblos “vuelvan a tener consulta periódica, sea cual sea su número de cartillas”. “Nosotros, en Monumenta, ahora tenemos una vez al mes. Y que no caiga en festivo”, ha recordado la portavoz.
Además, Garrote ha defendido que las consultas deben hacerse “en días y horas conocidos”. “Se tiene que avisar con un cartel en la puerta como toda la vida, porque si no da lugar al descontrol”, ha aseverado la activista sanitaria sayaguesa, que ha puesto el foco en el derecho que tienen los vecinos de recibir esta asistencia, “como recoge la Constitución del 78”.
“No somos ciudadanos de segunda y no somos números, somos sayagueses”, ha clamado Prudencia Garrote, que ha apelado a que el pago de los impuestos por parte de la gente de estos pueblos repercuta en una igualdad a la hora de prestar los servicios.