El corte de Telefónica que mantiene incomunicada a la población de Bermillo de Alba se produjo este miércoles «a unas semanas del despliegue de la fibra». Así lo confirmó Sergio López, el alcalde del municipio de Fonfría, que es el que se encarga de la gestión esta pequeña localidad. Lo grave de la situación es que los vecinos ni siquiera pueden llamar al 1-1-2 y que la cobertura de móvil solo se coge en determinadas zonas altas del pueblo: «Es casi inexistente».
Con este panorama, después del aviso que había dado Telefónica en primavera sobre el cobre, el Ayuntamiento remarcó la importancia de que la línea de Bermillo de Alba en particular no se tocara hasta que no hubiera alternativa, habida cuenta de sus condicionantes: «Pues no ha habido manera», lamenta el alcalde, que asegura que era preferible haber cortado cualquier otra centralita.
El teléfono, «como si fuera un jarrón»
Además, a pesar de los movimientos iniciados por los responsables municipales y por la Subdelegación, de momento Telefónica «no dice nada», para preocupación de los hijos de las personas mayores que viven en el pueblo: «Lo cierto es que ahora mismo tienen el teléfono como si fuera un jarrón», admite el alcalde.
Para Sergio López resulta evidente que la situación se debe revertir cuanto antes, y más teniendo en cuenta que pronto llegará la fibra: «Por ley, todas las localidades tienen que tener acceso a la telefonía», insistió el alcalde.
Además, López entiende que esperar estas semanas no solo sería un problema transitorio, sino que se correría el riesgo de que se prolongara en el tiempo: «Vienen puentes, festivos, un día que llueve y no se puede trabajar… Se pueden convertir en dos o tres meses», avisa el dirigente municipal.
Mientras se decide si alguien da una solución, el escenario actual es que si alguna persona tiene una urgencia durante la noche y carece de los medios para salir del pueblo «no puede llamar». Solo le queda pedirle auxilio a algún vecino con más autonomía o simplemente rezar.