Si algo me han enseñado mis años en política es que la “política local”, que es la más cercana al ciudadano, no es la política del Telediario, la de grandes titulares y enfrentamientos constantes entre los unos y los de enfrente. Quizás por esta razón sé que, lo que esté en política activa, será en la política local. No quiero despreciar el resto, pero como dicen en mi pueblo: “para eso hay que valer”.
La inmediatez en intentar solucionar problemas, el respeto al que está enfrente o el tomar medidas por el bien común, más que por estrategia partidista, son algunas de las cosas que me atraen de la política a ras de suelo. En estos últimos meses, como Portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Zamora, he criticado al bipartito formado por IU-PSOE en su casi nula gestión en el Ayuntamiento y en la apatía con el futuro de nuestra ciudad, pero también hemos tomado decisiones pensando en el futuro de Zamora, quizás no compartidas por votantes o afiliados de los que siempre piden “más caña”. Siempre he entendido que la responsabilidad por el interés general ha de primar sobre el interés partidista del simple desgaste al adversario. En concreto me refiero al apoyo que hemos dado a la actualización o subida de impuestos que se ha tenido que aprobar. El Ayuntamiento de Zamora no es Guarido. Los políticos pasamos, pero las instituciones permanecen, y hemos de ser responsables cuando las cuentas no cuadran, que es cosa de todos y que todos hemos de sacar adelante. Compartiremos luego que haya gastos innecesarios o que, sin duda, otro equipo de gobierno tendría otras prioridades diferentes, pero es necesario un Ayuntamiento saneado para seguir siendo útil a la ciudadanía.
También ha sorprendido a algunos nuestra abstención en los presupuestos para 2024. En el Pleno de aprobación realicé importantes críticas a estos, pero consideramos que no son unos presupuestos lo suficientemente malos como para votarlos en contra. Sin embargo, como advertí al alcalde, el dinero está para gastarlo en la ciudad, para invertirlo, y no para conseguir dos millones de euros por el pago de intereses depositándolo en los bancos. No contarán más con nosotros si cuando acabe el año el Presupuesto está sin ejecutar y los remanentes sin gastar en una ciudad que cada día languidece más, a pesar de las especulaciones fantasiosas de que la actividad económica en Zamora repunta.
Los próximos años serán trascendentales para el futuro de la ciudad de Zamora. Desde el Partido Popular siempre hemos dicho que haremos una oposición útil y razonable, pero también constante y firme, poniendo siempre por encima de todo los intereses de la ciudad. En ese camino nos encontrarán, nunca en debates estériles, en gestiones vacías de contenido, en acciones de propaganda o en lavados de cara de nada ni de nadie. Zamora la hemos de construir todos los zamoranos: los que ganaron unas elecciones y gobiernan con el apoyo de los que las perdieron, y aquellos que desde nuestro ejercicio de oposición representamos a miles de zamoranos.