Hace años que Zamora cuenta como excepciones los nacimientos y como costumbre las muertes. Sin ir más lejos, las segundas cuadruplicaron a los primeros en 2022, según los datos publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística. Si a esa tendencia general se le añade una pandemia que se ceba con la población de más edad, resulta fácil intuir qué puede ocurrir: en el ejercicio anterior al citado anteriormente, en 2021, la provincia perdió 11,2 habitantes por cada 1.000 en el saldo entre los alumbramientos y los óbitos, el peor dato de España.
La cifra, ya algo antigua, tiene valor en el contexto de la comparación con el resto de la Unión Europea, y ese análisis se puede hacer ahora gracias al mapa publicado el martes por Eurostat, la agencia estadística comunitaria, que ha ofrecido el saldo vegetativo del año 2021 de cada territorio. Las cifras corresponden a los NUTS-3, las áreas en las que se enmarcan las provincias españolas dentro de la división de la UE.
Merced a la infografía realizada por Eurostat se puede comprobar cómo hay ocho provincias en España con una pérdida superior a los 7 habitantes por cada 1.000 en el saldo vegetativo de ese año; las siete que más cayeron se ubican en el cuadrante noroccidental. Solo se escapa de ese territorio Soria (-7,3). El resto son Ávila, Asturias, Palencia, Orense, Lugo, León y, evidentemente, Zamora. La pérdida de Salamanca se quedó en -6,9.
La realidad muestra, por tanto, que si bien las miradas se dirigen muchas veces a Soria, Teruel y Cuenca, la mayor caída y las peores tasas de natalidad, mortalidad y envejecimiento se encuentran en las provincias que se unen en la confluencia de Castilla y León, Galicia y Asturias. Esa realidad se vio exacerbada durante una pandemia que, en 2021, atacó con varias olas letales.
La Portugal interior, peor
Esta parte de España tan dañada sufrió, en todo caso, menos caída por el saldo vegetativo que la zona interior de Portugal, la parte fronteriza. Allí el desplome estuvo por encima de la decena de vecinos por cada mil habitantes en buena parte de los NUTS-3. Sin ir más lejos, Tras-os-Montes se quedó en -12, aunque lo peor estuvo en el Alto Alentejo (-13,1).
De este modo, tanto el cuadrante noroccidental español, incluidas varias zonas rayanas como Zamora, y la Portugal de interior conformaron un bloque de pérdida muy superior a la media europea, que se situó en los 2,7 habitantes por cada 1.000. Del lado contrario, en positivo, aparecieron lugares como Madrid, Murcia, Almería, Mallorca o Ibiza.
En todo caso, la zona de Zamora y su entorno español y portugués no fueron los espacios más castigados del entorno europeo. La peor parte se la llevaron ciertas zonas del sur de Rumanía, de Bulgaria o de Letonia, aunque tanto en esos casos como en los ibéricos, el COVID no deja de ser un ingrediente más dentro de un cóctel que ya favorecía los saldos demográficos negativos antes y que lo sigue haciendo ahora.
El peor dato de los NUTS-3 se encontró en Vidin (Bulgaria), un territorio cercano a Serbia y a Rumanía, que perdió a uno de cada 40 habitantes en 2021 por el saldo vegetativo.