La economía zamorana perderá fuelle en 2023 y se distanciará, aún más, del resto de la comunidad autónoma. Así lo estima el último informe de «Previsiones Económicas de Castilla y León» elaborado por Unicaja Banco, que viene a asegurar que el crecimiento que se registrará en la provincia al cierre de este ejercicio será de solo el 1,6%. Un porcentaje que está por debajo de la media y con el que difícilmente puede crearse empleo.
A nivel regional, aseguran las mismas fuentes, la economía de Castilla y León crecerá en el conjunto del año un 1,9%. Se estima que en la comunidad el empleo aumente un 0,5% en el promedio del año situándose la tasa de paro en el nueve por ciento, mientras que las previsiones para el año que viene hablan de un incremento del PIB del 1,6% y un incremento del empleo de otro medio punto, lo que reduciría la tasa de paro al 8,5%.
Volviendo a Zamora, y según los datos difundidos por el servicio de estudios de Unicaja, la situación económica se vuelve más que delicada. La previsión de crecimiento que se registrará este año, de cumplirse las previsiones, es aproximadamente la mitad de la que se apuntó la provincia en el pasado ejercicio, cuando la economía repuntó un 3,1%. La reducción también se registra en el conjunto de la comunidad autónoma. Valladolid, suele suceder en este tipo de estadísticas, es la provincia que más crecerá, un 2,2% este año, seguida de Ávila, con un dos por ciento. El vagón de cola lo comparten Zamora y Burgos.
Contabilidad regional
Según los datos de la Contabilidad Regional Trimestral, publicados por la Dirección General de Presupuestos, Fondos Europeos y Estadística de la Junta de Castilla y León, en el segundo trimestre de 2023 el PIB registró un descenso del 0,2%, frente al incremento del 0,1% del trimestre anterior, debido a la contribución negativa del saldo exterior. En términos interanuales, el crecimiento se situó en el 2,0%.
Desde la perspectiva de la demanda, el crecimiento del consumo de los hogares se moderó en el segundo trimestre hasta el 0,7%, en términos interanuales. Asimismo, el ritmo de aumento de la inversión también se ha ralentizado, hasta el 3,2%. Se estima así una contribución positiva de la demanda interna al crecimiento de 1,8 p.p. Por su parte, el saldo exterior ha tenido una aportación positiva de 0,2 puntos., debido al mayor crecimiento de las exportaciones que de las importaciones.
Desde el lado de la oferta, la disminución del PIB en el segundo trimestre se ha debido al descenso de los sectores agrario e industrial. En términos interanuales, el crecimiento del valor añadido ha sido prácticamente generalizado, con las excepciones del sector agrario y algunas ramas del sector servicios, como las actividades inmobiliarias.