El coordinador provincial de Izquierda Unida en Zamora, Miguel Ángel Viñas, se ha mostrado crítico con Alberto Garzón después de que el político malagueño anunciara este viernes su dimisión como dirigente federal del partido. «Él se considera el salvador de la organización, pero para mí ha sido al revés», ha apuntado el responsable local en declaraciones a Enfoque, a modo de balance de una etapa de siete años que ha coincidido con la entrada de IU en distintas coaliciones para concurrir a los últimos procesos electorales.
Hay que recordar que Viñas y el grueso de los militantes de Zamora, incluidos los que llevan ocho años y medio gobernando la ciudad, han sido contrarios en todo momento a las confluencias y se han enfrentado a Garzón en los procesos internos para tratar de frenar esa política de alianzas: «Unidas Podemos ha sido un fracaso, como hemos visto», ha reiterado el coordinador provincial, que tampoco entiende «qué pinta Izquierda Unida en Sumar».
«La pasta y las sedes»
Para Viñas, lo que ha hecho la organización es «poner la pasta y las sedes» durante la campaña sin que eso vaya a tener demasiado impacto, a su juicio, en la formación del futuro Gobierno. De hecho, con la salida de Garzón, que había sido ministro de Consumo en los últimos años, está por ver que sucede con la representación de IU en el Ejecutivo: «Si ya ni siquiera entramos sería una desilusión absoluta, porque Yolanda Díaz está claro que es solo de Sumar», ha apuntado el político zamorano.
De vuelta a Garzón, a pesar de que el hasta ahora coordinador federal se ha sentado estos años en el Consejo de Ministros, durante su etapa «Izquierda Unida se ha vuelto una fuerza irrelevante a nivel nacional», bajo el punto de vista de Viñas, que ha señalado que el dirigente ha sido «la cabeza visible de unos pactos que solo han ido a peor».
De hecho, incluso Podemos parece incómodo dentro de la coalición que se formó para dar origen a Sumar: «Ahora están como están y parece que sí que vale lo identitario», ha ironizado Viñas, en referencia a los mensajes que en su día mandaba la formación morada para demandar unidad a cambio de que Izquierda Unida se integrara electoralmente en el entonces nuevo proyecto político liderado por Pablo Iglesias.
Las exigencias a partir de ahora
«Siempre debimos estar en nuestro lugar, no cada vez en un sitio y con un nombre diferente», ha defendido Viñas, que tampoco está de acuerdo con el momento que ha elegido Garzón para marcharse: «Lo suyo era agotar el mandato. Las asambleas tienen un ciclo y abandonar así es dejarnos descabezados», ha argumentado el político zamorano, que ha opinado que «no tiene nada que ver el final de su etapa como ministro».
Ante este escenario, la corriente que se denominó originalmente «IU sí con más fuerza» reclamará una asamblea extraordinaria para elegir por esa vía un nuevo líder y para debatir la estrategia política que debe seguir la organización a partir de ahora.