La emancipación residencial de la población joven de Castilla y León empezó a recuperarse de manera muy suave en 2022, pero sin a alcanzar las cotas anteriores a 2020. Así pues, en el segundo semestre de 2022 el 15,3 % de todas personas jóvenes de la comunidad estaba residiendo fuera del hogar familiar. Son datos del Observatorio de Emancipación Juvenil, difundidos hoy mismo, que indican que Zamora es la capital de provincia de la comunidad con la vivienda más barata.
Por partes. Primero, vivienda en alquiler. Un hogar joven (se considera una pareja, básicamente) destina algo menos del treinta por ciento de sus ingresos mensuales al pago de la vivienda. Una persona joven asalariada tiene que destinar, por compra, más del 42% de lo que ingresa mensualmente al pago de la renta a su casero. Vivir solo, incluso en la capital de provincia más barata de Castilla y León y una de las más económicas de España, es más que complicado.
El acceso a un piso compartido es más económico, y más cuando se hace en pareja. Un doce por ciento de sus ingresos deben destinar los hogares jóvenes al pago de la vivienda compartida. Una persona asalariada, por contra, paga algo menos del veinte por ciento. En piso, hay que recordar, compartido.
Otra historia es la hipoteca de la vivienda propia, complicada de asumir en según qué casos. Con todo, nada tienen que ver los datos de Zamora con los de otras capitales de la comunidad. En Zamora, una persona sola paga en hipoteca uno de cada cuatro euros que gana, siempre como término medio. En Valladolid, por ejemplo, el porcentaje asciende al 45% y en Salamanca roza ese porcentaje. Son las dos ciudades más caras de Castilla y León para comprar una hipoteca. Zamora, con una media de menos de 80.000 euros por piso, es la más barata, aunque esa cifra parezca, a la vista del mercado, un tanto irreal.
Castilla y León
Como en el conjunto de España, el año 2022 se cerró con un ligero aumento del empleo y una reducción considerable de la temporalidad entre la población joven de Castilla y León. Eso sí, Castilla y León fue la tercera comunidad autónoma con menos personas jóvenes trabajando a tiempo completo, lo que tiene su impacto en la vivienda, claro.
Prácticamente la mitad de las personas jóvenes ocupadas a tiempo parcial lo hacía de manera involuntaria. Por otra parte. el riesgo de pobreza y exclusión social entre la población joven castellana y leonesa pasó del 25,8 % de 2021 al 26,2 % de 2022. Creció, sobre todo, entre quienes estaban trabajando.