En los últimos diez años, Benavente ha perdido 1.666 vecinos, pero ha ganado 86 hogares. Dicho de otro modo: en la ciudad hay mas casas abiertas para menos gente, una consecuencia de la evidente reducción del número de personas por domicilio. Aquellas viviendas grandes de familias interminables se han convertido en un reducto cada vez más mermado, mientras que los pisos unipersonales, antaño la excepción, se han vuelto la norma.
Según los datos del censo del año 2021, los más recientes publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre los hogares en la ciudad, un tercio de las viviendas de los benaventanos corresponden a personas que viven solas, una tasa seis puntos superior a la media nacional. En total, 2.390 hombres y mujeres de la ciudad pasan su día a día sin compañía en casa, cuando hace un decenio apenas eran 1.460 y representaban menos del 20%.
En este punto, confluyen varias tendencias que contribuyen a explicar este fenómeno. Uno, el que más preocupa, tiene que ver con los mayores y con la soledad no deseada. En toda la provincia, el colectivo de ancianos que se ven en esa tesitura no deja de crecer. De ahí la creciente implantación de programas vinculados a los servicios sociales que tratan de ayudar a este grupo mediante un control basado en las nuevas tecnologías.
Los hogares más comunes
Pero aparte de los mayores, también hay un porcentaje importante de jóvenes recién independizados que viven solos; de divorciados sin hijos o sin custodia y de otras personas que deciden, por voluntad propia, residir en una vivienda unipersonal. Todo ello ha creado el caldo de cultivo adecuado para que estos hogares ya sean los más comunes en Benavente, tras un repunte claro en lo que va de siglo XXI.
Por lo demás, los hogares con dos componentes representan el 27% del total; los de tres personas alcanzan el 21,7%; los de cuatro miembros llegan al 14,7%; mientras que los de cinco individuos o más apenas alcanzan el 4,2%. Y bajando.
Con la tendencia actual, lo previsible es que la cifra de hogares unipersonales siga creciendo en el conjunto del territorio y en Benavente en particular, una circunstancia que implica más costes para los vecinos que se ven en esa tesitura y un esfuerzo mayor de la Administración para respaldar a aquellos que se encuentran en este grupo contra su voluntad, con carencias económicas o físicas y sin el respaldo directo de sus familiares.